LAS SIETE BASES APOCALIPTICAS

Publicado en por Miguel Prado

Otra vez el presidente Hugo Chávez Frías enciende la luz de alerta, según él, Venezuela se ve virtualmente amenazada de una invasión a raíz de la fundación de bases estratégicas norteamericanas en suelo colombiano. El caso está en que podemos estar involucrados en el llamado "crimen de agresión", algo preocupante por los hechos recientes en algunas naciones como Palestina y Ecuador, donde la impunidad tuvo a la orden del día. Esto es considerado un show más de nuestro máximo mandatario, pero no es así, es un asunto bastante serio, porque en el derecho internacional dicho caso no tiene un asidero legal, su pretexto lo orquestan en apreciaciones amparadas en la ruta hacia la defensa de la paz, lo que paralelamente sirve de motivación para no recibir sanciones de parte de tribunales internacionales, aunque usted no lo crea amigo lector, sobre todo a lo que cuentan con un piso sólido en tecnología de guerra que le permiten cometer invasiones en cualquier continente. 

La historia tiene su apoyo en el pasado. El crimen de agresión es una práctica que permite el derecho fundamental de vivir bajo bajo el instrumento de la paz, pero desde hace mucho tiempo se ha visto desandar tomando en cuenta que tuvo su centro de proclamación hace ocho décadas. Para ese entonces, quedó sentada la proclamación con todas las parafernalias del acto, y posteriormente con la llegada de los juicios famosos de Nuremberg, donde el tribunal rechazaba bajo cualquier instancia el ataque de Estados vecinos sin advertencia alguna, condenando con mucha alarma, la condición del agresor en tener conciencia en que está actuando mal y rompiendo tratados y garantías avaladas por el derecho. Sin embargo, en estos tiempos de invasiones y muertes en distintos continentes, los agresores irresponsablemente tratarán de obviar el recurso sagrado que asiste a la jurisprudencia internacional porque todavía no se ha sancionado una disposición de la flagrante invasión de tropas colombianas a Ecuador por citar un ejemplo reciente. 


Hace tiempo que Irán y Afganistán fueron víctimas de agresión parte de las tropas militares estadounidenses y esto ha sido parte de una fórmula para determinar quien o no rquiere de la intervención con una terrible maquinaria bélica. En el seno de las conferencias en la Organización de las Naciones Unidas no se ha adelantado nada en este campo, pero si podemos notar la barbarie acontecida en países como los citados donde un gobernante con mano dura hacía de las suyas y por otra parte los talibanes amparados en un credo religioso ortodoxo mantienen una posición hostil. El congelamiento de las relaciones entre Venezuela y Colombia da pie a un malestar entre naciones hermanas hasta con idioma común y un fuerte lazo fronterizo donde se han unido familias de ambos países. No tomar en cuenta esta situación es obviar las últimas características de las intervenciones armadas a otros Estados libres, como en los casos de Pakistán, Palestina y cualquier otro país que pasé por alto.   

En todo caso, la presencia de las tropas de Estados Unidos con su siete bases bélicas precisa de un estudio serio y redunda en ver la realidad con un vínculo crítico que requiere de una explicación mayor que la de la simple guerra santa contra el narcotráfico como punto de referencia.

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