UN VIAJE DIVERTIDO

Publicado en por Miguel Prado

LARRY.jpgPaseamos en una camioneta destartalada que nos lleva a El Pao, hacia La Ilusión. La sorpresa es muy grande cuando vemos un grupo de siete muchachas vestidas con trajes para una playa. En las calles de Guacamaya despiertan las chicharroneras, varios adolescentes amanecidos portan cervezas de todos los calibres: para acabar con el ratón. Estamos en la tierra de los mangos, pero la gente se va para el centro turístico para divertirse un rato. Los parajes son fascinantes y el clima agradable complementan la ruta.

 

El entusiasmo de los pasajeros es enervante en ese pequeño viaje al subir los cerros y luego bajar con la misma sensación. El conductor que nos llevó desde la Calle Doctor Carías hasta el local de diversiones, mantuvo una conversación por espacio de un largo rato en el trayecto sobre las bellezas ecológicas del sector. "El único problema de todo esto es que están invadiendo todo esto. Sería terrible ver estos parajes llenos de ranchos como en Caracas", cuenta el chofer, quien hace su primer viaje a partir de las cinco de la mañana y ha sido víctima de la delincuencia en varias oportunidades.

 

"Es bueno trabajar por los vecinos. Es emocionante. Nosostros prestamos un buen servicio de transporte. Antes era un calvario para los pasajeros, después todo cambió, cuando creció la población, los viajes se hacían más cotidianos, los domingos se incrementaba la afluencia de  usuarias y usuarios con peloteros y turistas. Por eso, tratamos de prestar un servicio de primera", manifiesta.

 

Sea como sea, si el viaje no le parece bueno, se alegra uno con mirar por la ventanilla el paisaje urbano y el paisaje rural por igual, la vista es maravillosa desde la parte más alta del trayecto, si llega hacer una parada la cosa es mucho mejor y el deseo de disfrutar del clima de montaña es extraordinario. He tenido la fortuna de viajar en el transporte de La Victoria a El Pao y nunca se ha subido hampón alguno. Tampoco voy pendiente de pasar por esta experiencia. Vemos en el camino muchas casas que se han levantado como negocios de comidas y bodegas. Cuando llueve por esta ruta no recomiendo el viaje por los rayos y centellas que florean a cada rato, el efecto eléctrico parace que le va a caer al vehículo de un momento a otro. Esto se debe a la altura de los cerros y a la vegetación. En cuanto a la vigencia de accidentes viales, podemos decir que no es común, tenga la absoluta seguridad que van de la mano de dios. Esto es una muestra de cómo se vive la ruta en transporte urbano en este camino con buena carretera de asfalto. En el centro turístico La Ilusión como el pueblo de El Pao se consiguen excelentes espacios para el esparcimiento y la diversión. ¿Qué tal? Nada malo para divertirse y disfrutar a lo grande. El paseo es apasionante y apropiado para gozarlo más si se va en carro particular. 

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