EL AMBIENTE NARRATIVO
Cada ambiente narrativo tiene cualidades especiales donde se mueven los personajes; algunos emplean lugares donde se llevaron a efectos hechos reales que pueden ser investigado con seguridad y otros se refieren a situaciones sometidas a elementos ficcionales. La ciudad no escapa de esta situación. Siendo un aspecto importante dentro de la obra novelesca, poética y ensayística, se puede determinar en el espacio, cuenta de esto lo pudo señalar Joyce en su Ulises en la ambientación de la Ilíada en Dublín, García Márquez en Macondo, suma de escenarios de otras obras maestras adecuada a su mundo ficticio, por citar sólo un par de ejemplos clásicos. La Victoria se ha convertido en una fuente histórica que esconde entre sus calles un pasado alucinante preñado de referentes interesantes y de sucesos interesantes: semblanzas que forman parte de una red curiosa del ayer fascinante de una urbe en donde aparentemente no ocurría nada interesante.
El capital cultural ha sido descuidado en los últimos tiempos, el dinero que se destinó a la recuperación de las edificaciones coloniales prácticamente se perdió sin referente alguno, culpables no aparecen y no se ha establecido una dinámica que permita rescatar el patrimonio histórico para ofertarlo a la empresa turística y a las instituciones de la cultural. Esta urbe forma parte de hechos únicos. Se tiene un cronista que no trabaja para rescatar este espacio y su rol se limita al de recolector de argumentos ocurridos en otras épocas, obviando el aporte historicista y cultural que el colectivo va uniendo en las últimas décadas.
Uno de los elementos principales que más afectan la memoria histórica de la ciudad es sin duda la desidia de los revolucionarios, que prácticamente han cooperado a las desfiguración arquitectónica colonial, el cuartel, el coso de toros de lidia, la iglesia principal y la plaza mayor son un ejemplo ineludible.
La planificación urbanística es otro factor corrosivo, hasta el Parque La Estación, con plantas interesantes, fauna múltiple, la estación de tren es amenazada. Especies vegetales que manifiestan fueron importadas durante la presidencia de Guzmán Blanco siguen allí y se conservan gracias a la intervención de Imparques y los amigos de las instalaciones que formaron un grupo de opinión para su rescate.
Los espacios novelescos de esta ciudad son múltiples y fabulosos, recordamos la primera batalla ocurrida el 12 de febrero 1814 y la segunda realizada durante el gobierno de Cipriano Castro el 13 de octubre de 1902, la historia de la mujer más bella de Aragua, quien al quedar embarazada se ocultó en su casa hasta su muerte; las huelgas, las actividades deportivas, las visitas de Nicolás Guillén, Pablo Neruda y otros intelectuales, son las líneas características de un albúm múltiple como un mosaico que propician un interés literario hacia esta ciudad.
Durante los tiempos del Benemérito Juan Vicente Gómez, ante su, le hicieron desfilar en el tren un grupo numeroso de prostitutas apenas vestidas con velos del color de su partido, abandonando a La Victoria como despacho y trasladándose hacia Maracay posteriormente, el enfrentamiento entre una célula guerrillera que duró casi todo el día contra las fuerzas policiales, la petejota y las tropas élites Los Cazadores, confinan un ambiente digno de explotar como referente artístico.
Aquí han sido ilustres visitantes desde botánicos extranjeros durante la guerra de liberación nacional que culminó en Carabobo y en la Batalla del lago de Maracaibo hasta presidentes de distintas épocas hasta nuestros tiempos. Podemos concluir que la ciudad es un potencial litearrio para localizar una novela extraordinaria, como lo hicieron antes la emisoras de televisión con telenovelas y la gente del cine con películas muy interesantes.